"WHAT YOU SEE IS WHAT YOU GET"

divendres, 25 de novembre del 2016

Amor y hierro. (3 de 7)


Amor y hierro. (3 de 7)

Todo aquello que puede ser descrito con palabras es literatura aunque para ello necesitemos mil imágenes mentales para lograrlo.

Josep Pla afirmaba, en una frase ingeniosa, que la novela es literatura infantil para adultos. Su propósito era el de minusvalorar la ficción en favor de la difícil descripción. No podía ser de otra manera en un hombre que consideraba que el reto literario más importante es la elección del adjetivo correcto. No osaremos criticar su aserto primero en el que estamos totalmente de acuerdo -aunque pocas veces sigamos la recomendación que de él se deriva-, pero sí consideraremos que más cardinal que el adjetivo es el sustantivo que debemos pintar, aunque ninguno de ellos consiga, como en el dibujo de René Magritte, ser nunca una pipa.

Según define la RAE “ilustrar” significa dar a luz al entendimiento, aclarar algún punto o materia usando, entre otras cosas, imágenes, adornar con ellas un texto, instruir, civilizar, hacer ilustre a alguien o a algo.

¿Existe la imaginación literaria pura? Naturalmente que sí, en la poesía escrita, la palabra también configura nuestra memoria.

Cuentos, sueños y juguetes, pueblan desnudos nuestras fantasías, y nuestras noches y días llenos de apariciones y madrugadas. Somos un esbozo en alguna libreta escondida dentro de una caja que guardamos en un altillo o debajo de una cama.

Entre la épica y la lírica vive buena parte de la ética, las tres permiten caminar, valga la expresión, hacia adelante, el pasado, el presente y el futuro son el suelo firme que pisamos.

Fuera de extrañas arenas movedizas, pantanos y manglares indecisos en el que se mueve el arte, queremos hablar de un célebre ilustrador europeo y contemporáneo que ha caminado sobre roca y ha trabajado el acero sin dejar de ser dulce, elegante, mordaz y astuto al mismo tiempo, Tomi Ungerer, artista francés y alsaciano muy apreciado por sus libros infantiles llenos de gracia, frescura y sencillez y por sus trabajos paralelos dedicados a un público adulto.

Los presentes dibujos que acompañan nuestras palabras son obra suya, en ellos encontramos esa duplicidad profesional y estilística que pensamos es digna de resaltar al ser, precisamente, más aparente que real pues en ambos casos la ilustración sirve al mismo fin, soñar en el sueño de otro, un extraño conjuro entre el amor y el hierro, el deseo y la realidad.